CIUDAD NATAL
Córdoba, Argentina
EDAD
42 años
LUGAR DE RESIDENCIA
Córdoba, Argentina
Fabricio Oberto lleva varios años retirado de la práctica profesional del básquetbol, pero su paso por las canchas marcó un hito a tal punto que es considerado como el mejor pivot argentino de todos los tiempos. Miembro de la emblemática Generación Dorada del básquetbol de Argentina, sus comienzos no fueron nada fáciles, pero su increíble actitud y habilidad para ese deporte lo ha llevado a inscribir su nombre entre los jugadores que han hecho historia. Jugó y ganó prácticamente todas las finales de básquet (NBA, Juegos Olímpicos, Juegos Panamericanos, Mundial, Euroliga, Liga de España, Liga de Argentina), desempeñando una destacada participación en todas ellas.
La vida de este gigante se caracteriza por el esfuerzo y el compromiso: ya con once años comenzó a ganarse la vida (fue verdulero, ayudante de cocina, fue vendedor ambulante), para tener su propio dinero y así colaborar con la economía familiar. Comenzó a jugar al básquetbol profesional para el club Atenas de Córdoba pesando 30 kilos menos que los rivales que debía marcar, por lo que tuvo que compensar esa ventaja entrenando diez horas diarias.
El mejor momento de su carrera llegó cuando se sumó al equipo texano de San Antonio Spurs en la liga más importante del planeta: Fabricio jugaría en la NBA. Mientras estaba cumpliendo su sueño de jugar en la liga más competitiva del mundo, tres días antes de los Playoffs de 2007, le detectaron un problema cardíaco que ponía en riesgo no sólo su continuidad en el equipo, sino su vida. “Desde ese día mi corazón empezó a latir de manera irregular, muy irregular. No se sabía qué tenía, recién lograron arribar al diagnóstico unos años más tarde”, recuerda Fabricio.
Los médicos decidieron someterlo a una cardioversión eléctrica (un reseteo del corazón), procedimiento que implica riesgos. A pesar de su resistencia inicial, aceptó la intervención que se realizó exitosamente, aunque no en forma definitiva.
Su esfuerzo en la recuperación y el constante compromiso con su equipo le permitió estar en condiciones de jugar todos los partidos de los playoffs. En aquellas eliminatorias de 2007, en las que ganó su primer anillo de la NBA, Fabricio siguió cosechando distinciones: su entrenador Gregg Popovich (uno de los mejores entrenadores de la NBA de todos los tiempos) lo reconoció como “the best ugliest player” (el jugador más duro). Además, posee el record histórico en la franquicia de los Spurs por haber convertido el 100% de los tiros de campo realizados en un partido oficial de la NBA.
A pesar de su recurrente problema cardíaco (debió ser sometido al mismo procedimiento dos veces más a lo largo de su carrera), Fabricio continuó jugando básquetbol de primer nivel hasta que se retiró a los 37 años jugando en Argentina para Atenas, el club que le vio dar sus primeros pasos en ese deporte. Actualmente se desempeña como comentarista deportivo para la cadena ESPN.