CIUDAD NATAL
CABA, Argentina
EDAD
39 años
LUGAR DE RESIDENCIA
CABA, Argentina
María del Pilar Pereyra integró la selección Argentina de natación desde al año 1990 hasta el 2000, compitiendo en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000. En el año 1997 entró en los anales de la natación de nuestro país al ser la primera nadadora Argentina en obtener una medalla de oro en una Copa del Mundo (Río de Janeiro).
Su relación con la natación competitiva comenzó a los 13 años: entrenamiento todos los días de la semana, concentraciones, viajes y competencias, además de continuar con sus estudios. En el camino fue cosechando medallas a nivel nacional, Sudamericano y Mundial. En el año 1995 llegaron sus primeras medallas de bronce a nivel Panamericano y con ellas el pasaje al sueño olímpico.
Año 1996; con tan solo 18 años era la esperanza Argentina para competir en los Juegos Olímpicos de Atlanta. Faltando apenas un mes para el comienzo de los juegos se le diagnosticó lumbociatalgia producto de la práctica intensiva del estilo mariposa. Los intensos dolores lumbares no cedieron con terapias tradicionales ni alternativas, por lo que debió disminuir la intensidad de los entrenamientos poniendo en riesgo su permanencia en el equipo olímpico.
Su pasión por la natación, la entrega total y su enorme amor propio hicieron que finalmente pudiera cumplir su sueño de competir en las olimpíadas de Atlanta 96 llegando a la final de 200m mariposa. Cuatro años más tarde y a pesar de su lesión (que ya se había tornado crónica) su sueño olímpico se duplicó al volver a representar al país en Sydney 2000. Pero esa última competencia sería su retiro obligado de la natación olímpica.
Con sus escasos 22 años Pilar no sabía como reorganizar su vida y debió recibir ayuda médica y psicológica durante más de un año por padecer un cuadro de depresión aguda. Pero una vez más logró sobreponerse a la adversidad y salir fortalecida. En el año 2002 le dieron el alta y retornó a la natación pero esta vez para nadar en aguas abiertas. Fue así como en el año 2004 se coronó campeona del campeonato Argentino de Aguas Abiertas. A partir de entonces decidió dedicarse a transmitir su experiencia olímpica a las generaciones futuras de nadadores argentinos.
La vida de Pilar Pereyra continúa hoy ligada a las piscinas como entrenadora y dirigente deportiva. Lleva más de 10 años enseñando y entrenando a niños y jóvenes nadadores en distintas disciplinas acuáticas. Dirigió los equipos nacionales universitarios que compitieron en Gwangju 2015, Miramar 2016 y Taipei 2017. Además es la coordinadora operativa de la Confederación Argentina de Deportes Acuáticosy de la Federación de Deporte Universitario Argentino. Su tarea como dirigente deportiva es tan significativa como lo fue su carrera deportiva. Por tal motivo fue recientemente galardonada como “Personalidad Destacada del Deporte Argentino”.